viernes, 8 de junio de 2012

Los desenfoques de la comunicación empresarial

Para nadie es un secreto que la comunicación interna y externa es la estrategia para interactuar con los empleados. Un mensaje bien elaborado informa sin necesidad de preparar varios discursos a todo el personal.

En algunas ocasiones los procreadores de contenidos olvidan que la retroalimentación es un factor importante para solucionar los problemas. Algunos se limitan solo a informar de manera textual, otros de manera verbal y otros utilizan las imágenes o sonidos. Sin embargo el mensaje no debe quedarse en la publicación, cada generador debe preguntar si el mensaje fue efectivo o ver los resultados con el tiempo.

En la difusión de la información debe tener sus fuentes de apoyo, si lo requiere, porque es una de las formas que acreditan la credibilidad de quien redacta y a la vez se lava las manos en los textos para ubicar, invitar, prevenir o participar.

Una de las herramientas importantes para la entidad es el uso de las redes sociales, aunque algunas empresas no prefieren utilizarlas, son una buena fuente de información. Cada mensaje por objetivo que parezca ser, puede ser interpretado de diferentes maneras por las personas que lo lean, escuchen o lo observen.

 Hay veces los documentos plantean algunas teorías que en la práctica no funcionan. Puede ser por estilos de la empresa o porque la comunicación, es similar a la tecnología, está en evolución. Algo preocupante en las empresas que dominan los gremios económicos, políticos, religiosos, culturares y deportivos existen comunicadores para diferentes dependencias que redactan los boletines, algunos con grupos de trabajo, otros hasta lo harán solos, lo alarmante es que por lo general con los miles de estilos de los medios de información cada periodista debe de reeditar el material que entregan en las ruedas de prensa.

Desde ahí se empieza a distorsionar la información en el proceso de difusión porque el reportero lo redacta de una forma, pasa por un filtro de correctores de estilos que le cambian desde el titular hasta las imágenes o sonidos, pasa por el director y en algunos casos reestructura o continua con el cambio, cuando el lector, el radioescucha, el televidente o el cibernauta digiere la información la percibe desenfocada, por lo general la creen y otro que saben sobre el tema dudan.

Por : John Hernández
@periodistaregio

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